noviembre 05, 2010

Me pinto el bajón

Con motivo de mi escapadita vacacional, hoy me puse a ver qué ropa me iba a llevar y me dije "ya que estamos ordeno el placard" (que entre nos, tenía un estado caótico).
Inevitablemente, se vino la hora de separar la ropa que uso y la que no, por motivos obvios, y cuando digo obvios, en realidad estoy diciendo "no me entra". Y ... me pintó el bajón.

Primero porque tengo un problema grave al intentar acomodar mi placard. No tengo la habilidad para ir ordenando, intento separar como "remeras sport", "remeras para salir", "jeans", "ropa deportiva", pero en un momento me frusto. Es por esto que todos los años la llamo a mi hermana para que me ayude. Pero esta vez ella no pudo venir así que me tuve que enfrentar a este demonio, sola.

Segundo, el bajón importante comenzó al ver toda esa cantidad de ropa re copada que tengo y que no puedo usar, porque bien no me entra o me queda pésima. 

Tercero ... ¡¡¡esos talles!! Me probé un par de cosas y me preguntaba "¿yo entraba acá?" Ya cuando llegué a talles aún menores, directamente no me lo probaba, iba a parar derecho al pilón de ropa para almacenar y posteriormente ser comprimida al vacío. 

Cuarto... encontré mi jean y mi pantalón de vestir favoritos ... pero favoritos-favoritos ... todos tenemos alguna prenda fetiche, bueno, yo tengo dos, un pantalón cargo de jean y un pantalón de vestir negro con rayas finitas rojas.

El reencuentro fue súper lindo, porque hasta hace unos pocos años, compartíamos mucho tiempo juntos, pero de pronto le salieron ojitos, ceños fruncidos, bocas enfurecidas y unas manitos que me sopapearon al unísono. Y sólo atinaron a decirme ... "38".

Claramente estaban hablando del talle. El talle que yo usaba, pero mi descuido transformó en 54 para algunas prendas y en 56 para otras. 

Así quedé ... bien bajón ... después de 3 años y ... 9 talles después.